El enfoque de riesgo para la atención de enfermedades bucales requiere la identificación de factores de riesgo y su análisis con una visión integral, con el propósito de determinar los elementos o procesos a controlar para mejorar el nivel de salud de la población. Hay evidencia de que los factores de riesgo no actúan aisladamente y que su acción combinada siempre es mayor que la simple suma aritmética de los riesgos relativos. El Cariograma® ha probado utilidad en diferentes poblaciones. Objetivo: Evaluar los factores de riesgo a caries dental mediante el Cariograma® en población infantil de la Clínica de Odontopediatría (CLIO), UAZ. Métodos: Se incluyeron pacientes de nuevo ingreso, de ambos sexos, cuyos padres autorizaron que participaran en el estudio. Se registraron los índices CPOD y ceo (OMS) y el IHOS (Greene y Vermillion); se tomaron muestras de saliva estimulada para pruebas de actividad de caries (Snyder y cuantificación de estreptococos mutans) y determinación del flujo y capacidad amortiguadora de la saliva, y se aplicó una encuesta sobre hábitos de higiene, dieta, uso de fluoruros y salud general, los resultados se ingresaron al Cariograma®. Resultados: Participaron 46 niños de 3 a 11 años, ambos sexos, el 23.9% libres de caries. Se observó una relación inversa entre el ceo promedio (4.7) y la edad, y directa entre ésta y el CPOD (0.35). Según los cariogramas, el 37.5% de los niños presentaron alto (mayor en el grupo de 3 a 5 años), el 17.5% intermedio y el 45% bajo riesgo a caries dental. Los factores de mayor peso fueron las bacterias y la dieta, en ésta última predominaron las bebidas azucaradas y golosinas. Conclusiones: El Cariograma® es una herramienta efectiva para determinar el riesgo a caries; no obstante, el juicio clínico es un factor esencial para las decisiones terapéuticas.